Lee menos. Piensa más.
Y el poeta, en puta; y la puta, en periodista. Por eso los periodistas se han convertido en unos vendidos, los poetas en seres prosaicos con faltas de ortografía y las putas en versos de hombres que marcan la casilla de la iglesia.
Y el poeta, en puta; y la puta, en periodista. Por eso los periodistas se han convertido en unos vendidos, los poetas en seres prosaicos con faltas de ortografía y las putas en versos de hombres que marcan la casilla de la iglesia.
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