Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de la calle en la mesa de luz, la mesa de luz en en dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle.
Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta.
No lo recordaba; pero creo que le tema no es el mismo. No sé si sentirme orgulloso porque los relatos cuánticos te recuerdan a Monterroso y Cortázar, o sentirme decepcionado porque son sólo una versión inconsciente de sus ideas...
Jajaja. He puesto el de Cortázar porque me vino a la cabeza (sólo los relacioné pq son microcuentos y por la imposibilidad de salir del propio hogar) pero no tienen nada que ver.
Aquella versión de lo que escondí tan bien, que ahora ya no puedo encontrarlo.
ResponderEliminarMuy bueno, felicidades por los relatos diarios. No me los pierdo.
Yo no lo había visto así, sino como una metáfora del miedo a la realidad que hace que muchos se aislen...
ResponderEliminarMuchas gracias por tus comentarios.
¡Salud!
Casi casi como encerrarse y arrojar la llave por la ventana. Muy buen relato.
ResponderEliminarUn cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de la calle en la mesa de luz, la mesa de luz en en dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle.
ResponderEliminarAquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta.
Julio Cortázar
No lo recordaba; pero creo que le tema no es el mismo.
ResponderEliminarNo sé si sentirme orgulloso porque los relatos cuánticos te recuerdan a Monterroso y Cortázar, o sentirme decepcionado porque son sólo una versión inconsciente de sus ideas...
Jajaja. He puesto el de Cortázar porque me vino a la cabeza (sólo los relacioné pq son microcuentos y por la imposibilidad de salir del propio hogar) pero no tienen nada que ver.
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